Querida depresión...
- Montiel
- 2 nov 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 11 nov 2020
Existen diferentes síntomas en todas las personas, pero si lo pudiera definir, es cuando no tienes ganas de hablar con nadie, incluso con tus personas favoritas, es cuando no tienes ganas de mejorar y lo único que quieres hacer es empeorar, cuando no tienes ningún interés por levantarte, cuando sientes que el tiempo se fundió en un largo e interminable día que dura un mes, cuando tratas de distraerte en algún lado en alguna fiesta y terminas llorando en el baño, cuando te ríes con tus amigos pero cuando estás solo no puedes ni sentir tu cara, cuando trabajas sin ganas, cuando no respondes propuestas de trabajo porque simplemente no quieres tener una crisis en el momento del trabajo, cuando besas a alguien pero no sientes nada porque estás distraído con sentirte peor, cuando te la pasas todo el día en cama y distrayéndote con facebook, cuando duermes todo el día, cuando caes en vicios y en vez de hacerte olvidar todo solo te hace sentir peor, cuando pierdes a alguien por estar tan ocupado durmiendo y tratando de olvidar todo, cuando te ves al espejo después de malos días y tus ojos están más hundidos que tu corazón, cuando estás tan triste que ni siquiera puedes llorar, cuando tus amigos están para ti pero ni siquiera quieres hablarles.
“Desde hace una semana estoy en un largo episodio de depresión, la mayoría de las veces suele durar como 2 días, o menos de 4 días. Estos días han sido de los más lentos, repetitivos, aburridos, y con poca imaginación en mi cabeza. El peor sentimiento es cuando no quieres hablar con nadie, y solamente te quieres sentir peor. Trate de distraerme, o de ver a personas (de las cuales empeoraron todo,) mi cabeza no deja de dar vueltas a posibilidades malas, o sueños que te hacen querer vivir. Quiero llorar todo lo que siento, pero simplemente no puedo. Me siento vacía, y es horrible no saber porque.”
Hace dos semanas escribí esto, tenía alrededor de un año que no me daba un episodio de depresión, es muy fácil pasarla dormido, o drogarte para no sentir lo que realmente estás viviendo. Hay días donde estás muy bien, sonriente, viva, quieres hacer todo, y de repente aparece. Aparece esa pesadez en tu cabeza, se te quitan las ganas de hacer algo, de platicar, de convivir, y de repente los días se funden en un día tan largo como un mes.
Cuando tenía 15 o 16 años, empecé a experimentar lo que era la depresión, el rechazo y la soledad me ponían muy triste, y a la vez no quería permitirme sentir aquello porque no era correcto, ya que el sentirte solo era no estar con Dios. Ahorita la depresión es una enfermedad que vive conmigo, me da miedo que arruine mis mejores días, o encuentros con amigos, o que de repente me rompa en un lugar público como lo hace la ansiedad. Me pasé 3 semanas en cama, rechazando el trabajo, no disfrutando al chico que me gusta, y aislándome de mi familia.
La buena noticia es que hace unas dos semanas terminó el largo episodio de depresión, creí que no terminaría nunca. Lloré con algunos amigos, me lastime físicamente para sentir algo, y también me drogué y abuse de mis medicamentos para dejar de sentir ese vacío y tristeza que tenía. La medicina puede hacerte sentir mejor, pero solo te distrae de lo que realmente pasa. Amigos siempre tratan de hacerme sentir mejor, o me preguntan el porque estoy triste. Lo que más me frustra es no tener motivo para estarlo, antes eran traumas de abandono, pero ahora no sé qué es lo que provoca esta tristeza. Lo que poca gente no entiende, es que la depresión no significa darle la espalda a Dios, o que debe ser justificada por un motivo, la depresión es una enfermedad, y los que la padecemos estamos conscientes que puede curarse o también termina siendo parte de nuestras vidas. Lo importante es saber que la depresión debe ser tratada como más nos convenga. Lo único que odio es estar viviendo con el pendiente de que en cualquier momento pueda llevar un mal episodio y me arruine un plan, un trabajo, una salida o una amistad.
Este blog es un “diario” de la depresión que viví y que tenía rato que no sentía. Si tienes malos días como yo los tuve, date tu tiempo y no te obligues a existir esos días, si quieres dormir todo el día y olvidar a todos, hazlo. Lo mereces.
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