Lo borro después
- Montiel

- 24 feb 2023
- 2 Min. de lectura
Siento un gran enojo dentro de mí, siempre me he provocado vomitar o cortarme para ver si podía salir de mi cuerpo. Desde chiquita siempre he fantaseado en suicidarme, imaginaba los escenarios que podían pasar y me dedique a pensar en varias formas de morir. Ultimamente quiero intentarlo , en la Iglesia siempre decían que si te suicidabas, irías al infierno, pero aveces siento como si el infierno fuera el estar viva.
La soledad cada vez crece más y me da más miedo sentirla, honestamente prefiero estar muerta que sentirme sola. Algunos le llaman dependencia emocional, pero no me importa tener amigos o no, el sentirse solo es de las peores cosas del mundo, y entre más crezco más siento que debo morir, es como si fuera un cáncer.
Muchas personas me han dicho que piense en lo que pasaría a mi familia y a mis amigos, pero realmente no creo que le interese a mi familia, y a mis amigos le soy un estorbo, porque hasta les debo recordar que me quieran.
Tengo miedo de la soledad, no sé como explicarlo pero es como si tuvieras miedo de que te violen, o ser acosado, o descuartizado. No importa si estoy en una fiesta o acompañada, siempre siento esa soledad, como si fuera un parasito dentro de mí.
Siempre soy la persona que arruina los planes, que tienen la culpa de alguna situación, de haber tenido una mala adolescencia, arruino amistades, hago que me odien, o que este mal fisicamente.
Cuando murió Michael Jackson, escuche la frase de “cuando mueres, las personas finalmente te notan y te recuerdan” y desde que escuche eso, quedo muy marcado en mi ser.
Cuando camino para el trabajo, nunca falta el pensamiento de ¿qué pasaría si paso el cruce en verde?, cuando estoy sola en mi casa, siempre tengo esas ganas de ingerir la acetona que hay en el baño, o de enterrarme un cuchillo. Mi parte favorita de estos pensamientos es, …¿y luego qué pasaría?
Cuando alejo a alguien, cuando me equivoco, y me siento como un fracaso, me lastimo con lo que tenga cerca, soy muy dura conmigo misma y nunca dejaré de sentirme culpable por todo lo que hago mal. Al ver mis cicatrices, o la sangre, me hace recordar que la única que puede hacerse daño soy yo, Nadie más, ni las traiciones, ni los gritos, ni el desprecio, ni mi familia, solo yo.
Escribo esto porque no sé a quien decirle lo que siento, y seguramente lo borre. No quiero que quien lea esto se sienta mal por mí, o me escriba preguntándome que debe hacer para hacerme sentir mejor, porque solo hacen que quiera atentar con mi vida, ya que así puedo tener su atención. No me den atención por eso, denme atención porque soy una buena amiga, porque los hago reír, porque los escucho, no porque quiero quitarme la vida.
Solo deseo que las ganas de suicidarme se vayan, y pueda estar segura de mí misma.







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