Adiós, te quise mucho.

Finalmente pude regresar a escribir a mi intimo y apreciado blog, incluyendo que apenas pude escribir en mi diario, porque odiaba lo que me hacía sentir mi vida y el vacío dentro de mi corazón.

Hace una semana vi una película preciosa sobre dejar ir a las cosas materiales aunque tengan una importancia emocional muy fuerte, y el como hay personas que aunque las ames tanto, deben dejar tu vida.

Tenía tanto tiempo que no me sentía tan sola, donde solo me acompañaba mi vacío y tristeza, creo que la ultima vez fue cuando tenía unos 12 años, la diferencia de mi infancia fue que no había probado lo que era no estar sola, y esta vez sentí una soledad tan cruel que lo único que quería era quitarme la vida.

Los últimos dos meses, traté de levantarme porque yo era la única que podía marcar esa línea entre darme por vencida o quedarme todo el día en casa. En el trabajo me la pasaba sonriendo, haciendo chistes tontos, y siendo una persona muy alegre, pero cuando iba caminando sola de regreso a casa, no evitaba sentir una de las peores tristezas que experimentaba.

Mencioné la película que ví, porque me hizo reflexionar que durante estos últimos meses me dedique a contactar a amigos, a buscarlos, a mantenerlos en mi vida, y a aferrarme a no desaparecer de la suya. Siempre que me metía a las redes, me daba cuenta lo feliz que eran con sus actuales amigos, el como hacían reuniones y ninguno me invitaba a ser parte. Intenté hacer nuevos amigos, pero para ser sincera me cuesta mucho conectar con alguien.

De verdad que intenté mantener a las personas que amo, pero es difícil cuando no quieren pertenecer a tu vida, y solo se alejan más y más hasta que entiendes que no te aman como tú a ellos.

Por el momento no tengo amigos con quien salir, o contarles mis secretos, o simplemente reírme de cualquier estupidez, y lo extraño tanto, pero la vida creo que me quiere enseñar a no depender de personas porque no todas se quedaran y aunque lo intente no obligaré a que me amen.

Estos dos meses cada día era como una oportunidad para dejar de existir, pero aprendí a estar sola. Es lo más aterrador en la vida cuando tienes tantos demonios detrás tuyo, pero cuando lo dominas, ya nada te puede hacer llorar. Si alguno de mis amigos lee este blog, es muy probable que ya no sepas de mí, porque me cansé de ser la que busca y ayuda todo el tiempo, y a tus siguientes amigos amalós, porque las cosas no pasan dos veces, al igual que conocer a alguien con quien conectes.

Este año fuí a mi ultima fiesta, y de verdad que no quería estar ahí, y saben, cuando nadie me vio y no me quiso hablar, alguien se acerco a mí a decirme hola, yo no sabía que esa persona sería de mis sorpresas más bonitas de este año, y se convirtió en un amigo muy especial para mí.

Aveces la vida hace bromas muy crueles, pero tambien cruza caminos que deben encontrarse entre sí. Estoy aceptando la lección que aprendí y que debo soltar a las personas aunque las extrañe con todo mi corazón y me hagan llorar los recuerdos más bonito que tuve con ustedes, es hora de dejar ir. Solo hay que agradecer los buenos recuerdos, fotos, experiencias que nos brindaron, agradecerlo y seguir caminando.

Aproveche este blog para recordarme que no volveré a aferrarme a un pasado, a una persona, o a un trauma que solo me genera lastimarme a mi misma por el hecho que ya no debe estar en mi vida.